Chacayes

Y su terruño

Chacayes

El Valle de Uco es un valle asimétrico con orientación Norte/Sur que se perfila en torno al río Tunuyán y sus afluentes. Puede dividirse en dos macrounidades principales: el piedemonte en el oeste (descenso hacia el graben) y las llanuras de loess (limos) en el este.

El piedemonte está formado por la unión de varios «abanicos» aluviales con pendientes muy pronunciadas (hasta el 4 %). Son suelos de grava con un denso entramado de arroyos y drenajes naturales.

Estos abanicos se pueden clasificar en dos familias, los formados por ríos que se originan en la cordillera principal (Tunuyán) y que, por tanto, arrastran aluviones y coluviones gruesos así como elementos finos, y los que, como Chacayes, se originan en ríos que descienden directamente de la cordillera frontal y que sólo traen rocas duras y gruesas (granito, riolita, andesita…).

La formación del abanico de Chacayes puede dividirse en tres fases. En primer lugar, durante el Pleistoceno, la deposición a través de los ríos de guijarros de granito, riolita y andesita pertenecientes al Grupo Choiyoi. Luego, durante el Holoceno, que fue un periodo más seco, se produjo un depósito eólico de limo y elementos finos, llamado «horizonte zampal», en alusión a una formación geológica local. Y, por último, durante el periodo más reciente, la aparición de cursos de agua efímeros que desplazaron y depositaron estos elementos finos (horizonte zampal) de forma aleatoria creando una malla de suelos extremadamente heterogénea.

Guillermo Corona, el geólogo que estudió nuestros suelos, identificó tres perfiles que se clasifican principalmente por la profundidad del horizonte de limos arenosos conocido como «zampal«. El perfil arenoso aluvial (horizonte 1) se adapta a nuestras muchas variedades de uva blanca y son los suelos más ricos de la finca. El perfil arenoso fluvial (horizonte 2) proporciona un estrés moderado a nuestras cabernet sauvignon que maduran lentamente.  Y, por último, el perfil fluvial (horizonte 3) en el que se encuentran nuestros grandes terruños de malbec y côt, que son los suelos más pobres y extremos de la finca.

Aunque este estudio nos permitió identificar 3 tipos de suelos, hay que tener en cuenta que las redes hídricas efímeras hacen haya transiciones rápidas y frecuentes entre unidades de suelo. Esta heterogeneidad de suelos tiene un impacto en los ritmos de maduración dentro de una misma parcela, y son precisamente estas diferencias de madurez las que dan profundidad y complejidad a nuestros vinos. 

Por Thibault Lepoutre- Director para América del Sur